A Valeria le falta de ambición, como si no tuviera ninguna intención de tener una voz propia y estuviera cómoda siendo blanda. Se vende como un picante ejercicio femenino pero es un refrito sin valentía, con conversaciones sexuales que hemos escuchado demasiadas veces y que incluso intenta ser socialmente consciente sin sutileza y sin ser creíble.
Iile
2020-06-01 23:11:30